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El almacenamiento de CO₂ puede causar desigualdades entre países

Una investigación conjunta realizada por investigadores catalanes y escoceses advierte que las tecnologías para capturar y almacenar geológicamente carbono (CEC) para reducir el CO₂ presente en la atmósfera y poder luchar contra el cambio climático pueden terminar generando desigualdades entre los países. Estas desigualdades hacen que aquellos países que más se han beneficiado del gas y el petróleo; y, por tanto, han contribuido más al cambio climático estén más preparados para estas nuevas tecnologías, un hecho que es totalmente opuesto en el caso de los países más pobres y que no han contribuido tanto al cambio climático, ya que estos países pueden quedar rezagados tecnológicamente al no tener ni las infraestructuras ni el músculo económico.

En declaraciones recogidas por la Agencia Catalana de Noticias, Juan Alcalde, investigador de Geociencias Barcelona (GEO3BCN-CSIC) y primer autor del trabajo, explica que el estudio «revela que, a escala global, los países parten de una base desigual para el desarrollo de las tecnologías de almacenamiento geológico de CO₂: los más ricos, que históricamente también han contribuido más a la crisis climática, están destinados a liderar el negocio de la gestión del carbono. Esto, evidentemente, plantea importantes cuestiones de justicia e igualdad entorno de quién paga y quién se beneficia de las tecnologías climáticas, así como de las políticas y mecanismos que las impulsan».

Las tecnologías CEC

En la lucha contra el cambio climático, la descarbonización de las empresas ha representado un aspecto fundamental de la lucha ambiental. Las CEC son una de estas armas para poder cumplir con los objetivos de contaminación y ambientales fijados por la comunidad internacional; pero a la vez son un arma de doble filo, porque a pesar del gran impacto -positivo- para el medio ambiente, este nuevo estudio revela que aquellos países ricos, con ingresos altos y que, históricamente, se han enriquecido con la producción de petróleo y gas están mucho mejor posicionados para desarrollar las CEC y beneficiarse de ellas. Esto supone un agravio comparativo con los países con menos ingresos, ya que estos países ricos se han enriquecido con el comercio de petróleo y gas y, por tanto, son los mayores responsables históricos del cambio climático. Este enriquecimiento junto con las infraestructuras, la experiencia técnica y los recursos financieros necesarios para liderar esta nueva economía verde es una doble ventaja que puede dejar atrás a los países con menos recursos.

Emisiones de CO2 | Pixabay
Emisiones de CO2 | Pixabay

Los países de ingresos altos, especialmente aquellos con un historial de producción de petróleo y gas, están mucho mejor posicionados para desarrollar y beneficiarse de las tecnologías de Captura y Almacenamiento de Carbono porque ya cuentan con la infraestructura, la experiencia técnica y los recursos financieros necesarios para liderar esta nueva economía verde. «Los países que desarrollen estas tecnologías no solo cumplirán con los objetivos climáticos de manera más rápida y rentable, sino que también podrán beneficiarse económicamente como pioneros en el negocio de la gestión del carbono», señala Juan Alcalde.

Es por eso que el estudio pide que haya un financiamiento y unas políticas climáticas que sean equitativas entre países, un hecho que supondría que los beneficios de estas tecnologías CEC se repartieran de forma global en lugar de agravar y profundizar en las desigualdades entre países.

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