Europa y su subsuelo siguen siendo una fuente inagotable de datos y tesoros arqueológicos. Las obras de renovación de una zona deportiva en el distrito de Simmering, en Viena, la capital de Austria, han descubierto una fosa común con los restos de cerca de 150 individuos. Los hallazgos, realizados por el Museo de Viena, indican que los cuerpos corresponderían a soldados romanos que habrían poblado la antigua ciudad de Vindobona, lo que es la actual Viena. Este hallazgo sorprende incluso a los expertos vieneses, Michaela Kronberger, jefa de las colecciones del Museo de Viena, asegura que lleva «25 años investigando la Viena romana y pensaba que ya nada podía sorprenderme, hasta que llegó este descubrimiento».
Es de destacar que la antigua Vindobona fue una de las grandes guarniciones militares del Imperio Romano donde se ubicó la Legio X Gemina y donde reposaba la flota del Danubio. De hecho, la ciudad era tan importante que incluso el emperador Marco Aurelio murió allí en el año 180 d.C. Y una de las cosas que sorprende de este hallazgo es la poca relación que tiene con la tradición romana, ya que los romanos practicaban más la cremación que la inhumación. «Alrededor del año 100 d.C., la cremación era la norma en la mayor parte del territorio, por lo que el hallazgo de un cementerio con inhumaciones masivas sugiere circunstancias excepcionales», señala la responsable del Departamento de Arqueología del Ayuntamiento de Viena, Kristina Adler-Wölfl.

Una gran batalla, el posible causante de su muerte
Los primeros análisis realizados a estos cuerpos muestran que eran hombres en edad militar de entre 20 y 30 años y por encima de los 1,70 metros y que, antes de su muerte, se encontraban en buen estado de salud. Los investigadores pudieron comprobar que los cuerpos tenían diversas heridas provocadas por varias armas como lanzas, dagas, espadas y proyectiles de ballesta, además los trabajos arqueológicos han podido identificar un puñal, fragmentos de armaduras, una pieza de un casco, puntas de lanza y clavos de calzado militar alrededor de los cuerpos. Estos detalles, junto con la forma de su entierro, indican que en Vindobona se habría producido una gran batalla en la cercanía del fuerte militar romano de la ciudad y que la intensidad de la lucha entre las tropas romanas y las fuerzas rivales habría forzado a improvisar el entierro y romper las estrictas normas del Imperio en cuanto a las prácticas funerarias.

Michaela Kronberger, conservadora del Museo de Viena, señala la gran importancia de estos hallazgos y asegura que «los análisis de ADN podrán ofrecer información clave sobre la composición de las tropas romanas en la frontera danubiana y las posibles rutas de desplazamiento de los soldados. Nos encontramos ante una investigación que podría redefinir nuestra comprensión del pasado romano en esta región».