La última investigación de un grupo de científicos del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) de Italia podría haber encontrado una clave revolucionaria para predecir las erupciones volcánicas. Los autores del estudio han logrado encontrar el llamado valor B, una herramienta estadística que podría ser la clave para predecir las futuras erupciones volcánicas. Concretamente, los investigadores han encontrado una fuerte relación entre las erupciones del Etna y este valor B. El valor B es una estadística matemática basada en la proporción entre terremotos pequeños y grandes en una región específica de la corteza terrestre.
Para comprobar este valor B, los investigadores analizaron su correlación con las erupciones del Etna, una correlación que los investigadores han definido como sorprendentemente fuerte. Los autores del estudio añaden que en los últimos veinte años la actividad bajo el Etna ha ido fluctuando, unas fluctuaciones que reflejan el estrés interno del volcán que genera el ascenso del magma hacia la superficie.
Cabe destacar que el Etna no es un volcán convencional, ya que se trata de un volcán que tiene una gran red de cámaras internas que convierte su subsuelo en un laberinto magmático y, a la vez, un laboratorio natural para el estudio de los volcanes. A través de la base de datos de actividad sísmica del Etna entre 2005 y 2024, los investigadores pudieron elaborar un mapa detallado sobre las fluctuaciones del valor B en la corteza bajo el volcán y establecer una conexión entre los cambios detectados y las fases de actividad volcánica registradas.

Un sistema extrapolable a otros volcanes del mundo
Estos hallazgos realizados por los investigadores abren una puerta espectacular en la prevención y predicción de las erupciones volcánicas, ya que aunque el Etna es un volcán especialmente característico, los autores del estudio destacan que si hay una red lo suficientemente densa y los datos están bien contextualizados geológicamente, pueden ser aplicables a cualquier otro volcán sobre la Tierra (se calcula que hay más de 1.500 volcanes activos en todo el planeta). Los investigadores destacan que, en definitiva, la efectividad de este sistema de predicción de las erupciones dependerá de si hay un buen nivel de detalle sobre el volcán, la red sísmica y su estructura interna.
