Los fósiles de dos murciélagos que han sido desenterrados en los Estados Unidos no solo suponen el descubrimiento de una nueva especie de esta familia de mamíferos sino, también, los ejemplares más antiguos que se han encontrado nunca. En un artículo publicado a ‘PLOS ONE’, un equipo de investigadores revela que tienen unos 52,5 millones de años y que, ya entonces, estos animales eran sorprendentemente parecidos a los actuales.
Los animales han sido descubiertos en posiciones como las que debían de adoptar cuando eran vivos y eran en roca calcárea que, en su momento, se acumuló como sedimentos al fondo de un lago. De hecho, además de estos dos, de la nueva especie ‘Icaronycteris gunnelli’, se han encontrado algunos otros pero, como que eran más de 40 centímetros por sobre, se considera que eran más jóvenes. Sin embargo, es difícil saber cuánto más jóvenes, porque los investigadores no saben a qué velocidad se acumularon los sedimentos y, por lo tanto, cuánto de tiempos pasó entre la muerte de unos y la de los otros.
Unos murciélagos pequeños y parecidos a los modernos
El que sí que saben es que el ‘I. gunnelli’ era, muy probablemente, el murciélago más pequeño de su género. De hecho, si miramos la envergadura de sus alas, debía de ser un 7% más pequeño que su pariente conocido más próximo. En cuanto a su peso, debía de ser de entre 22,5 y 28,9 gramos, es decir, la mitad del que pesa una pelota de tenis.
El análisis de estos restos también han permitido averiguar otras características de estos antepasados de los murciélagos, como por ejemplo que, ya entonces, se comían cabeza abajo, tal como indican los huesos de sus pies. De hecho, los esqueletos son muy parecidos a los de los murciélagos modernos. Esto, pero, quiere decir que los científicos continúan lejos de saber a partir de qué animales evolucionaron, cosa que pasó, se supone, hace unos 56 millones de años.