Los volcanes son uno de los fenómenos naturales más destructivos de toda la tierra y, a la vez, que más vida han generado terraformando el planeta. En Alemania, los científicos del Instituto de Tecnología de Karlsruhe han detectado varias estructuras que suponen que son bolsas y fluidos magmáticos bajo la zona volcánica de Eifel – cordillera baja de montañas situada al oeste de Alemania y el este de Bélgica -; una zona en la cual hubo actividad volcánica y erupciones hace 11.000 años. Cabe destacar que esta zona de la Tierra, ahora inactiva volcánicamente, nunca está en el centro de los estudios y la atención por el riesgo volcánico, pero los científicos alertan que hay algunas evidencias que podrían dar lugar a nuevas erupciones; tal como se publica en el portal científico Geophysical Research Letters.
La investigación
El estudio, publicado en Geophysical Research Letters, se ha centrado en revisar los datos que se tenían de la región -datos obtenidos hace 35 años- gracias a camiones especializados que dirigen señales sísmicas hacia la corteza terrestre y después detectan las ondas reflejadas. Las técnicas para procesar estos datos sísmicos han avanzado de forma notable, al igual que lo ha hecho la sociedad mundial, y los investigadores del Instituto de Tecnología de Karlsruhe se han encontrado con una sorpresa que no esperaban.
Obteniendo, con más resolución que hace 35 años, imágenes de estructuras subterráneas los investigadores describieron unas características que no se habían visto hasta ahora. Las estructuras se han detectado a una profundidad de entre 10 y 30 kilómetros y son similares a los umbrales, o láminas planas de roca ígnea que se forman entre la roca madre cristalina existente. Unas características descritas que llevan a los científicos a pensar que corresponderían a bolsas de magma fundido, fluidos o gas supercrítico que ascendió hasta la corteza desde el manto superior.

Estas informaciones que han recogido llevan a los investigadores a plantear la posibilidad de que las erupciones volcánicas vuelvan a aparecer en la región alemana de Eifel siempre que el magma reúna unas condiciones como para llegar a la superficie. Todos estos motivos llevan a los miembros del equipo de investigación del Instituto de Tecnología de Karlsruhe a solicitar que se realicen más estudios de la zona utilizando técnicas de evaluación volcánica de última generación para aclarar si existe un peligro volcánico real para los habitantes de la región.

