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Alertan que el Mediterráneo se calienta más rápido que otros mares

Un nuevo informe de la sección en España de Climate and Ocean: Variability, Predictability and Change (CLIVAR-Spain) señala que en la última década el estado español ha experimentado un retroceso «acelerado» de sus glaciares que ha significado la pérdida de extensión y grosor de estas masas de hielo, un fenómeno al que se ha sumado un calentamiento excesivamente rápido del Mediterráneo, ya que aseguran que el mar que baña Cataluña está sufriendo los efectos del cambio climático y se está calentando más rápido que otros en todo el mundo.

Los investigadores señalan que las aguas que rodean el Estado español se están calentando mucho más rápido que la media global, concretamente un 67% más rápido que el resto del mundo. Este aumento de las temperaturas hace que cada década se eleven 0,25 grados, superando claramente el dato de calentamiento de los otros océanos del planeta (0,15 grados). El Mediterráneo es, de hecho, una de las regiones más afectadas de todo el planeta, ya que su calentamiento es entre dos y tres veces superior al calentamiento global desde 1980. Más allá del impacto directo en la temperatura del agua, este calentamiento provoca que la frecuencia y la intensidad de las olas de calor marinas y la salinización de las aguas superficiales aumenten de forma drástica. Esta situación provocaría que los eventos convectivos -provocados por la inestabilidad del ambiente- y las precipitaciones se intensificaran, sobre todo en otoño; un hecho que supondría un aumento del riesgo de sufrir episodios meteorológicos adversos y destructivos.

Sin glaciares, con más sequía y más desertificación

Uno de los otros aspectos que señala el informe es que el permafrost de Sierra Nevada está desapareciendo. En Cataluña la situación es ligeramente mejor, ya que el permafrost que hay en el Pirineo está mostrando claros signos de calentamiento, un hecho que aumenta la posibilidad de desprendimientos de rocas y avalanchas. A largo plazo los investigadores alertan que una disminución en la duración de la capa de nieve y su acumulación máxima puede tener consecuencias directas en los recursos hídricos de Cataluña que dependen del deshielo.

El campanario y la Iglesia de Sant Romà | Pau Cortina / Laura Busquets / Gerard Vilà (ACN)

Además, los expertos alertan que hay una disminución de la humedad relativa, un factor al que se debe sumar la evaporación oceánica, lo que provoca que los episodios de sequía y desertificación sean cada vez más frecuentes y con más intensidad. Estos hechos harán que las zonas más castigadas, como Cataluña, tengan una reducción drástica de los recursos hídricos, las temperaturas se eleven aún más y se entre en un bucle de sequía, aumento de las temperaturas y falta de agua.

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