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Sin una planificación global, las playas catalanas desaparecerán

El Consell Assessor d’Infraestructures de Catalunya (CAdIC) ha lanzado una advertencia clara, ya que las playas catalanas pueden desaparecer. Por ello, el CAdIC ha reclamado la creación de una «planificación global» para evitar la desaparición total de las playas catalanas y señalan que sin una «gestión integral» de las arenas el litoral catalán puede sufrir una «degradación progresiva e irreversible». Los investigadores señalan que hay tres principales peligros para las playas catalanas que son el impacto creciente del cambio climático, la reducción de sedimentos aportados por los ríos y la mala gestión del efecto de los puertos y espigones sobre el transporte de arenas. En declaraciones recogidas por la ACN, el ponente del 15º documento y vocal del CAdIC, Ramón Arandes ha asegurado que las advertencias del consejo no ponen el foco en las infraestructuras, ya que «el problema no es la presencia de los puertos, sino la falta de aportaciones de sedimentos y la inexistencia de una planificación eficiente» y ha asegurado que «los puertos y los espigones forman parte de la solución y no del problema. En Sitges sin espigones no habría playas».

Una de las máquinas moviendo arena en la playa de Calafell | Mar Rovira (ACN)
Una de las máquinas moviendo arena en la playa de Calafell | Mar Rovira (ACN)

Simplificar los trámites para salvar las playas

Uno de los aspectos en los que han querido poner énfasis es en que «no puede ser que cada puerto drague su bocana y lleve la arena donde diga el Ministerio, ahora aquí y ahora allá». De hecho, han reclamado que se facilite la gestión de los dragados -limpiar con draga los puertos o los ríos- un hecho que supondría una respuesta rápida y con mejores precios. Y es que algunos puertos de Cataluña sí que disponen de draga propia mientras que otros dependen de factores externos. «La mayoría de dragas vienen de Andalucía y solo una vez al año. Esto es un grave problema», explica Arandes. Arandes ha apelado a «simplificar» los trámites administrativos de los proyectos de dragado y señala que «existe una fuerte demanda y esto presiona los precios al alza». «Preservar las playas catalanas no es solo una cuestión ambiental, sino una necesidad social y económica del país», sentencia.

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