Buenas noticias para los embalses de la cuenca del Segre y también del Noguera Pallaresa y el Ribagorçana. Las lluvias de los últimos días en el Pirineo occidental han permitido llenar parte de la capacidad de los pantanos. Según la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), el embalse de Talarn (Pallars Jussà) ha ganado 26,36 hectómetros la última semana y ha disparado su volumen total hasta los 151,6 hectómetros, el 67% de su capacidad. Los de Oliana (55,2%) y Rialb (21,6%) también han sumado agua.
En total, las reservas de las cuencas del Segre y de los Nogueres Pallaresa y Ribagorçana es mejor que el año pasado, a pesar de que todavía están por debajo de la media de los últimos cinco años. El pantano de Rialb, que era uno de los que vivía una situación más dramática, ha ganado 4,62 hectómetros y está al 21,6% de su capacidad. Escales, entre Cataluña y Aragón, llega al 75,6% de su capacidad, mientras que Canelles está al 18,6%. Santa Ana (40,3%), Camarasa (38,4%) también han ganado agua.
Según CHE, la reserva de agua embalsada de la cuenca es de casi 4.500 hectómetros cúbicos, un 57% de la capacidad. En 2022 había unos 3.000 hectómetros, un 39% del total.
Lleida evita la emergencia, por ahora
La Asamblea General de la Mancomunidad para al abastecimiento de agua del Pinyana, constituida este lunes, ha celebrado que los embalses de la Noguera Ribagorçana tienen un centenar más de hectómetros cúbicos de agua que en septiembre, hecho que rebaja la emergencia en Lleida. “La situación de emergencia por falta de agua de boca se aleja en Lleida, a pesar de que no podemos bajar la guardia. La gestión que se está haciendo por parte de los municipios es buena y el consumo doméstico se ha reducido, pero hay que pensar a futuro», ha afirmado el alcalde de la capital del Segrià, Fèlix Larrosa. «Los municipios de la Mancomunidad están por debajo de las cuotas que tienen concedidas, consumimos menos agua. En principio, no está prevista ninguna restricción».
