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La curiosa iniciativa que busca promover la conservación del burro catalán

La visita de una pareja de Washington que llegó al Pallars para hacer la ruta del Cinquè Llac y poder conocer el burro catalán. Una vez que esta pareja terminó sus vacaciones querían hacer una aportación para la conservación de los burros que habían visitado; una posibilidad que por aquel momento no existía y que la entidad Gratitud Pallars hará realidad con la iniciativa ‘Apadrina un burro’; una iniciativa con la cual se quiere dar a conocer esta raza autóctona que, actualmente, se encuentra en peligro de extinción. Los promotores de la microreserva del burro catalán proponen que las personas que quieran hagan aportaciones de entre 25 y 60 euros para ayudar al mantenimiento y la subsistencia de la especie y la divulgación de la raza.

La resistencia del burro catalán

En el municipio de Soriguera, Josep Lluís Piqué y Jesús Martín son dos criadores del Pallars Sobirà que llevan más de dos décadas trabajando en la cría y el entrenamiento del burro catalán, en su pequeña explotación ganadera tienen hasta diecisiete ejemplares de burro catalán. Un burro catalán que según detalla la Asociación para el Fomento de la Raza Asina Catalana (AFRAC) hay inscritos 350 ejemplares de burros de 52 socios. Josep Lluís Piqué asegura que se deberían dar incentivos a los ganaderos para fomentar la cría de esta raza “todavía poco conocida y símbolo nacional de Cataluña” y pide que las administraciones flexibilicen las normativas para poder adquirir un ejemplar de burro catalán.

Un criador de burros de la Microreserva de burro catalán de Soriguera | Marta Lluvich (ACN)

Piqué y Martín llevan más de dos décadas trabajando con el burro catalán “más por romanticismo que por otra cosa” y aseguran que esta especie es un “símbolo de la economía de subsistencia” del mundo rural que ha ido desapareciendo a medida que se ha ido industrializando el campo catalán y denuncian que las estrictas normativas están poniendo en serios problemas la subsistencia de esta especie; ya que se imposibilita vender uno o dos burros a un particular, y Piqué denuncia que si un ganadero no tiene un rebaño formado por, mínimo, cinco ejemplares, este ganadero no puede acogerse a ninguna ayuda.

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