La presencia de microplásticos en el agua se ha convertido en uno de los problemas más recientes a los que debe enfrentarse el medio ambiente. Ahora, los resultados de la prueba piloto del proyecto Life REMAR -que coordina Sara Bagés y que lidera la firma pública de gestión de aguas del Baix Camp Comaigua- muestran que añadir una barrera natural al agua que sale de una depuradora y que se utiliza para recargar acuíferos puede reducir la presencia de microplásticos en el agua en más de un 70%. La prueba piloto se ha realizado en la depuradora de Cambrils para el acuífero del Baix Camp y los resultados de esta muestran que este sistema también permite que haya reducciones del 95% en el agua tratada en fármacos de consumo masivo como el ibuprofeno o la cafeína.
Durante la jornada ‘Recuperando el agua, regenerando el futuro. Recarga sostenible de acuíferos’, los investigadores han presentado los resultados que, además, muestran una reducción «significativa» del nitrógeno durante el paso del agua tratada a través de la barrera reactiva y el suelo hasta llegar al acuífero y una disminución «considerable» de la concentración de Escherichia coli, una bacteria presente en las aguas residuales y, por tanto, habitual en el efluente de la depuradora.
Los responsables del estudio añaden que en un grupo de compuestos que se consideran persistentes el impacto de esta barrera comporta atenuaciones de entre el 40 y el 95% y solo algunas sustancias experimentaron una reducción por debajo del 40% como pueden ser la carbamazepina y el diclofenaco.

Los microplásticos llegan a todos los rincones del cuerpo de los mamíferos
La presencia de los microplásticos está totalmente extendida en muchos ámbitos. Un estudio publicado en el ‘International Journal of Molecular Science’ ya señaló en el año 2023 que los microplásticos pueden llegar a todos los sistemas del organismo de los mamíferos y acabar causando cambios en su comportamiento además de los efectos nocivos para la persona o animal en cuestión.