El descubrimiento de un fragmento de hueso lleno de agujeros hechos por humanos al yacimiento de la riera de Cañares, en Gavà, da muchísimas pistas sobre cómo se cosía a la prehistoria. Con una antigüedad que se calcula en unos 40.000 años, debía de ser empleado como una mesa para pinchar, tal como explican sus descubridores en un artículo publicado a ‘Science Advances’, y podría ser la herramienta más antigua de este tipo que se ha encontrado nunca.
Una herramienta de 15.000 años antes de que se inventaran las agujas con ojo
De hecho, este fragmento de hueso plano, de unos 11 centímetros de longitud y que tiene 28 incisiones, fue usado unos 15.000 años antes de que, por el que se sabe, se inventaran las agujas con ojo. El estudio de este objeto ha permitido descartar que los puntos fueran un sistema de notación, por un lado, y también que fueran decorativos, teniendo en cuenta que el hueso no tiene ninguna forma concreta y que algunos de los puntos casi no se ven.
Es por eso que los investigadores piensan que fueron hechos en empleado este fragmento para coser prendas de ropa de piel, una teoría que comprobaron intentando hacer agujeros en piezas de cuero con una piedra puntiaguda y otra herramienta haciendo de martillo. Al usar un hueso como superficie de apoyo, se crean agujeros y marcas muy parecidas a los encuentros al objeto acabado de encontrado.
Una ventana en la tecnología y las herramientas de hace 40.000 años
Los experimentos, además, también han revelado que es probable que 10 de los puntos, que se encuentren a una distancia regular, probablemente fueron hechas con la misma herramienta y que este espacio igual entre ellos fue hecho intencionadamente, probablemente por, después, usar un hilo y alguna herramienta para coser la piel. Esto, por otro lado, arrecia la idea aceptada que los humanos ya llevaban ropa mucho antes que se inventaran las agujas con ojo, donante más información sobre qué herramientas y qué tecnología usaban para vestirse hace 40.000 años.
