El cuarto informe de resultados del observatorio metropolitano de mariposas mBMS revela que hay siete especies de ambientes naturales y maduros en medio de los parques metropolitanos, algunas de las cuales están en regresión en Cataluña. Este descubrimiento se ha hecho gracias al esfuerzo de un equipo de 67 voluntarios durante cuatro años, que han salido a explorar los parques y playas metropolitanos cada 15 días.
«Son típicas de hábitats naturales, por eso aquí hay pocos individuos, y es esta poca cantidad de ejemplares el que requiere tiempo e insistencia para encontrarlas», explica Joan Pino, director del CREAF, catedrático de ecología de la UAB y codirector científico del mBMS. Es por eso que los autores del informe consideran probable que se encuentren de nuevas los próximos años.
Un refuerzo a la estrategia de la AMB
Este hallazgo refuerza la estrategia de la AMB de aplicar las llamadas ‘soluciones basadas en la natura’ (SBN) en la gestión de la Red Metropolitana de Parques y Playas, que en este caso se concreta al potenciar los llamados prados floridos, superficies de vegetación con pocas siegas, ausencia de riego y libras de herbicidas y fitosanitarios.
La mBMS indica que los parques con estos prados «mantienen poblaciones de mariposas a niveles similares a las formaciones herbáceas naturalizadas que hay alrededor de los parques», apunta Jordi Bordanove, coordinador de Servicios de Gestión de Parques y Playas de la AMB. Los prados floridos proveen de néctar y de plantas donde hacer la posta. Para tener más posibilidades de encontrar especies ejemplares, la mBMS anuncia que este 2023 amplía los lugares donde se puede participar, pasando de 26 a 31 parques metropolitanos, y llamamiento la ciudadanía a unirse al proyecto para ampliar el conocimiento de estos insectos bioindicadores.
Especies singulares, incluso algunas en regresión
Las prospecciones de mariposas han permitido localizar especies singulares. Por un lado, hay de propias de bosques mediterráneos y bosques de ribera naturalizados, como la aurora (
Hay que potenciar y mantener la infraestructura verde metropolitana
El informe también recoge los resultados generales de la temporada 2022, en que se contaron 8.437 mariposas de 40 especies diferentes a los parques y platgs estudiados, un 20% de las especies presentes en Cataluña. A pesar de todo, las que predominan en los parques y playas metropolitanos son aquellas de que las orugas se pueden alimentar de muchos tipos de plantas, es decir, que son generalistas, y que tienen una gran capacidad de dispersión y pueden habitar ambientes naturales y ajardinados y atravesar la trama urbana, características necesarias para vivir en parques rodeados de ciudad.
«Estos datos indican la necesidad de potenciar y mantener la infraestructura verde metropolitana por los bienes y servicios ambientales que proporcionan a la ciudadanía, pero también por su contribución a la conservación de la biodiversidad y porque permiten hacer un seguimiento de los impactos del cambio global», recalca Joan Marull, director del Departamento de Ecología y Territorio del IERMB y codirector científico del mBMS.
Un proyecto posible gracias a los voluntarios
Los datos del observatorio los obtienen voluntarios que han fidelitzat su participación a lo largo de las ediciones, con ganas de aprender, participar e implicarse en el conocimiento de las mariposas metropolitanas. A estas alturas se ha consolidado una comunidad que se reparte los parques y playas metropolitanos y que sale cada 15 días a explorar el que los ha sido asignado. Es una tarea que valoran muy positivamente por la contribución que hacen a la ciencia y también por los beneficios personales que los aporta.
El 2023 el proyecto se amplía a cinco emplazamientos más: parque de la Ermita (Catellbisbal), parque nuevo (El Prat de Llobregat), parque de Can Buxeres (L’Hospitalet de Llobregat), la playa de San Adrià (Sant Adrià de Besòs) y el parque de la Solana (Sant Andreu de la Barca). Así se logra la cifra de 31 emplazamientos –26 parques y cinco playas–. Estos espacios metropolitanos a menudo ocupan una posición intermedia entre el tejido urbano metropolitano y los grandes espacios naturales. Son unos grandes desconocidos a nivel científico, pero acogen bastante biodiversidad y tienen un gran valor socioambiental. Pueden tener, además, un papel destacado en la conectividad ecológica del territorio, y facilitar la entrada de la fauna nativa salvaje en las ciudades.
Por eso, el proyecto se focaliza en las mariposas diurnas, sensibles y que dan mucha información para poder valorar y mejorar la biodiversidad de diferentes hábitats. Para continuar aumentando el conocimiento de estos insectos bioindicadores, el proyecto tiene abierta una llamamiento a voluntarios que quieran recibir formación y se comprometan a hacer el seguimiento de mariposas en el parque o playa que los sea más cómodo. Para participar, hay que llenar el formulario de inscripción a la página web del proyecto.
