La Junta Rectora del Parque Natural del Cap de Creus ha anunciado la aprobación definitiva del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) que amplía la protección a 3.000 hectáreas marinas. Esta regulación se implementará a partir de este verano y supondrá la limitación de las actividades permitidas en el mar. Concretamente, el PRUG supondrá establecer un tope máximo de empresas de buceo y pesca recreativa que podrán operar en el Parque Natural del Cap de Creus -en las tres reservas naturales parciales como son los Farallones (entre el Brescó y la punta de los Tres Frailes), el cap de Creus (entre la isla de Culleró y la cala Jugadora) y el cabo Norfeu- y no se permitirán las fiestas en barco y no se podrá circular en motos de agua con la única excepción de aquellas compañías que tengan autorización para hacer visitas guiadas y de aquellos vecinos empadronados en los municipios incluidos en el parque.
En declaraciones recogidas por la ACN, la consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, y portavoz del Gobierno, Sílvia Paneque, ha señalado que para poder controlar que se cumple la normativa «se probará un sistema de videovigilancia con inteligencia artificial» y que la nueva regulación se irá aplicando «de forma gradual».
4 años de vigencia
La nueva normativa estará vigente durante 4 años y pone énfasis en aspectos como la contaminación acústica y los vertidos al mar, ya que no se podrán utilizar bocinas ni se permitirán los vertidos de ningún tipo de residuo. Además, señalan que los buceadores no podrán manipular, tocar, extraer o alterar ni la flora, ni la fauna como tampoco los restos arqueológicos que pueda haber en esta zona del fondo marino.
La nueva normativa, que tendrá una vigencia de cuatro años, hace hincapié en aspectos como la contaminación acústica, y no permitirá que las embarcaciones utilicen la bocina ni que emitan ningún tipo de ruido o señal acústica o luminosa. Tampoco se podrá realizar ningún tipo de vertido al mar; ya sean residuos, materiales de desecho, restos de comida, artículos de pesca, aceites o aguas residuales. A pesar de estas restricciones, el Gobierno sí permitirá que ocho compañías más puedan organizar salidas de buceo dos veces a la semana o hasta veinte veces al año como máximo. En cuanto a aquellos submarinistas particulares deberán comunicar a los responsables del parque qué inmersiones realizarán, su ubicación y la embarcación que utilizarán.

En el caso de la pesca recreativa, solo podrán operar tres empresas, como máximo, y los pescadores disfrutarán de un permiso especial de nueva creación para poder pescar y comunicar las capturas que se realicen. Ponç Feliu, director del Parque Natural del cap de Creus, ha explicado que «de las 3.000 hectáreas marinas, en 300 no se realizará ningún tipo de extracción de pescado». «Y en 750 hectáreas podrán trabajar los pescadores profesionales, pero no estará permitida la pesca recreativa».
