En Lleida, el juzgado penal número 2 de la capital de la tierra firme ha condenado a un agricultor que habría utilizado raticida para matar a los conejos que habitaban las fincas propiedad de su hijo. El objetivo de este envenenamiento de los conejos habría sido reducir la población de este animal, ya que ocasionaba varios problemas y daños a la finca y sus cultivos, y de rebote habría matado a otros animales protegidos. El tribunal ha condenado al agricultor por un delito relativo a la protección de los animales y deberá pagar una multa de 720 euros e indemnizar a la Generalitat con 3.500 euros y se enfrenta a un año de inhabilitación para cazar.
La sentencia indica que el agricultor colocó pastillas del raticida Brody Parafina 25 BF en el interior de las madrigueras de los conejos, en los márgenes de las fincas y entre las filas de los árboles, un uso indebido, ya que la normativa actual prohíbe que este raticida se utilice en exteriores.
Una amenaza a diversos niveles
La utilización de este compuesto no solo ha matado a conejos, sino que su impacto se ha extendido hasta otras especies animales y el agricultor, de forma no intencionada, causó la muerte de cuatro aves protegidas (un milano real y tres águilas comunes) además de una gran mortalidad entre los conejos entre los años 2020 y 2021. Uno de los otros aspectos que recoge la sentencia judicial es el posible riesgo exponencial que supone la utilización de este compuesto, ya que la ingesta de este raticida por parte de los conejos de bosque destinados al consumo humano podría acabar desencadenando «una grave afectación para la salud de las personas», tal como indica el texto jurídico que recoge la ACN. Además, otro aspecto en el cual pone énfasis la resolución es que la colocación del Brody Parafina 25 BF en los taludes de una balsa de riego podría haber causado la contaminación de las aguas de riego de la zona.
