La presencia del lobo en Cataluña vuelve a ser motivo de preocupación para los ayuntamientos y ganaderos catalanes. Hasta cinco ayuntamientos del Pallars Jussà -Tremp, Isona, Sant Esteve de la Sarga, Gavet de la Conca, Conca de Dalt- se han declarado como municipio «libre de lobos». La moción aprobada por estos cinco consistorios se muestra contraria a la presencia del lobo y solicita que se ejecute un plan que compatibilice la conservación de este cánido con la defensa de la seguridad y la defensa de los intereses de los ganaderos y poder reducir los daños que provoquen los ataques del lobo y que desde la Generalitat se indemnice justamente a los afectados. En declaraciones hechas a la ACN, el presidente de la Asociación de productores de ovino y caprino del Pallars (APROVI), Gerard Cardona, se muestra confiado en que más municipios y ayuntamientos del Pallars se adhieran y aprueben la moción que espera extender al resto de Cataluña.
El documento del sector ganadero llegará a la Mesa del lobo el próximo lunes 14 de abril y esperan que el Gobierno de la Generalitat se implique con las reclamaciones de los ganaderos y mueva ficha.
La moción del Pallars
En el documento se insta al Departamento de Agricultura y las cuatro diputaciones catalanas a que declaren «libres de lobos» todos los términos municipales de Cataluña. La moción, propuesta por APROVI y la Federación de Entidades catalanas de ganadería de ovino y caprino, solicita que se faciliten las medidas de protección y control que sean necesarias para evitar que los lobos ataquen los rebaños en otras zonas del territorio catalán. Una de las demandas que la moción destaca es que se haga un control exhaustivo de los lobos que hay en Cataluña y se informe de los movimientos de estos para poder proteger las explotaciones y los rebaños ante el movimiento del cánido.

En el apartado económico los ganaderos también piden que se revisen y actualicen las medidas económicas que reciben los ganaderos tras sufrir un ataque de lobos en sus explotaciones. Los ganaderos reclaman que estas medidas contemplen las pérdidas de animales, daños al ganado y posibles daños morales a los propietarios de los rebaños.

