El Delta del Ebro, uno de los espacios más especiales de Cataluña, todavía cuenta con hasta 60 chabolas tradicionales, sobre todo en Amposta y Sant Jaume d’Enveja, y que estaban hechas de madera, barro y fibras vegetales. Ahora desde la asociación Sedimentos buscan aumentar la cantidad de chabolas con la construcción mediante las nuevas tecnologías. El proyecto ‘Barracas 2100’ promueve talleres que enseñen a construir estas chabolas con materiales que sean sostenibles y de proximidad. Los promotores también buscan construir una «chabola innovadora» que combine la instalación de placas fotovoltaicas junto con el uso de barrón o de cañas, una combinación que garantizaría el aislamiento térmico de estas chabolas.

La combinación de los elementos, la clave
El proyecto ‘Barracas 2100’ busca que estas construcciones sean sostenibles gracias al uso de barrón, caña, madera o barro, unos materiales que tienen unas grandes capacidades de aislamiento térmico. Los promotores quieren que la construcción de estas nuevas chabolas cuente con elementos que sean más sostenibles y de proximidad y, además, llegar a la construcción de 2100 edificaciones en 2100. Uno de los cofundadores de este proyecto y miembro de la asociación Sedimentos, Josep Juan Segarra, señala que «pensamos que las chabolas son una construcción de futuro» y apuesta para complementar las nuevas tecnologías para conseguir la autosuficiencia energética.
Desde los promotores señalan que puede ser una forma de hacer que los jóvenes tengan opciones a la vivienda que sean autosuficientes energéticamente, puesto que una edificación de este tipo que hiciera entre 40 o 50 metros cuadrados podría costar alrededor de 20.000 euros. Por otro lado, explican que una chabola innovadora, es decir la que tiene placas fotovoltaicas al porche supondría un coste de 150.000 euros y podría beneficiarse de las ayudas de la administración en términos de autosuficiencia energética.
