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Los arqueólogos hacen hallazgos de gran valor en el Alt Empordà

El Alt Empordà ha sido la parte del país en la que los antiguos imperios como los romanos y los griegos aterrizaron por primera vez en Cataluña. Precisamente aquí es donde los arqueólogos han hecho hallazgos de gran valor como son los restos de cerámica romana y un mausoleo anterior a la capilla de Sant Joan Sescloses de Peralada. Durante las excavaciones realizadas alrededor de la capilla, que comenzaron hace seis años, el equipo del Instituto de Estudios Empordaneses (IEE) ha podido revelar nuevos detalles alrededor del origen del yacimiento, ya que el hallazgo de piezas de cerámica que datan de la época romana muestran que en aquella época el yacimiento era un lugar frecuentado y que, muy probablemente, se había organizado algún asentamiento cercano.

De hecho, durante las excavaciones han podido descubrir que antes de que se levantara la capilla de Sant Joan Sescloses se habría erigido un mausoleo y que, muy probablemente, años o siglos después fue desmantelado y los restos de su demolición se utilizaron para construir, posteriormente, la iglesia. Desde el IEE señalan que «los grandes bloques de piedra de arenisca que hay en las paredes de la capilla y los fragmentos de mármol que se encuentran, y que corresponderían a uno o más sarcófagos, formarían parte de este mausoleo».

Hallazgos clave

Además, durante la excavación, también se han podido recuperar dos fragmentos de piedra -que se unirán a tres desenterrados anteriormente- y que, según los investigadores, uno de ellos se habría utilizado como losa de altar alrededor del siglo IX y se ha encontrado iconografía cristiana. «El estudio que está en curso ha determinado que se trata de un mármol de calidad, seguramente de importación», añaden desde el IEE. Durante los trabajos arqueológicos los investigadores también han podido comprobar que había tres lápidas hebraicas que formaban parte de los escalones de entrada de la iglesia del siglo XV que se habrían traído desde el cementerio judío de Castelló d’Empúries.

Cuando comenzaron las excavaciones, de la capilla se sabía que anteriormente había sido una pequeña celda monástica, dedicada a San Juan Bautista, que supuestamente ya existiría en el siglo VIII a.C. La documentación que se conserva la vincula al monasterio de Sant Pere de Rodes a partir del siglo X, y se presupone que después aquella celda dio paso a una iglesia -consagrada en el año 1064- que fue parroquia de los masos de la zona (hasta que en el siglo XVI se incorporó a la de Castelló d’Empúries).

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