El Servicio de Genómica de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) encabeza un proyecto que tiene como objetivo analizar el ADN de tres esqueletos, uno de los cuales podría ser el de Pedro de Aragón y de Anjou (1305-1381), una figura muy importante a la historia de la Corona de Aragón. El líder de este proyecto es Josep Maria Saladié Roig, médico jubilado y antiguo jefe del Servicio de Urología y Cirugía del Trasplante del Hospital Universitario Hermanos Trias y Pujol de Badalona, amante de la historia y que, por vocación, ha estudiado la trayectoria vital del infante Pere.
Fundador del primer núcleo del futuro Hospitalet de l’Infant
Su interés viene del hecho que Pere fundó el Hospital del Coll de Balaguer, que más tarde acontecería el Hospitalet de l’Infant, su pueblo. Casado con Joana de Foix, llegó a ser conde de la Ribagorça, de Empúries y de Prades; señor de la baronía de Entença y de Gandia y también poeta, mecenas, artista y sensescal y jefe del gobierno y de los ejércitos de la Corona de Aragón durante el reinado de su sobrino, Pere III el Ceremonioso.

Dos versiones opuestas
La historia del infante Pere se encalla entre dos versiones que habría que demostrar: una de ellas dice que sus restos son bajo el asfalto del Ayuntamiento de València, donde había el convento de los franciscanos que custodiaba sus huesos y que fue enderrotat a finales del siglo XIX. Otra, a pesar de que no está documentada, es que a mediados de siglo XIX fueran trasladados al convento de la Puritat y San Jaime junto con las de Abu-Zayd, último gobernador almohade de València.
La abadesa finalmente ha autorizado los análisis
Saladié ha luchado años por obtener los permisos que hacían falta para acceder al convento de clausura de la Puritat y extraer y analizar muestras de ADN de los restos óseos de los tres esqueletos que hay a una urna custodiaba por las monjas y, quizás, confirmar que uno de ellos fuera lo del infante Pere. Finalmente, y después de muchas negativas anteriores, sor María Mercedes Orts, abadesa del convento, le abrió las puertas con un gran interés.
Después de esto, Saladié contactó con el Servicio de Genómica de la UPF a través de los Mossos d’Esquadra, puesto que los dos colaboran desde hace tiempos para aprovechar sus ámbitos de pericia, por ejemplo en la identificación de restos de fosas comunes de la guerra civil española. Ahora es momento de ver si los restos son, como dicen las monjas clarisas, las de Abu-Zayd y dos de sus hijos; o si unas de ellas son las del infante Pere.

Las muestras ya han sido extraídas y habrá que esperar los resultados
Finalmente, a mediados de junio de 2023, una expedición fue a València a extraer muestras de ADN del esqueletos, con todas las facilidades por parte de las monjas. Los esqueletos –parciales– fueron extraídos de la urna de madera, muy deteriorada, se limpiaron y se hizo inventario de las piezas, que fueron separadas en varias cajas. En este proceso también se los extrajeron muestras de las partes más apropiadas para los análisis de ADN.
Ahora falta esperar los resultados de los análisis, que Saladié espera que esclarezcan si hay parentesco o no entre los cráneos. Además, en el caso del infante Pere, se conoce el ADN de su madre, Blanca de Anjou, enterrada al monasterio de Santes Creus, de forma que se podrían hacer comparaciones. Desde el Servicio de Genómica de la UPF, pero, rebajan las expectativas porque las muestras, de entre 700 y 800 años, están bastante deterioradas, y también porque una comparación con garantías es difícil.
En estos momentos, el laboratorio ultima las extracciones de ADN y, una vez validadas, empezarán a analizarse con la tecnología y la estrategia más adecuadas según la sensibilidad del ADN. Un proceso que puede alargarse más o menos puesto que depende del sistema, del que tarde la comparación entre las muestras… Así pues, se esperan resultados durante los próximos meses.