La aparición del virus de la dermatosis nodular contagiosa en Cataluña ha hecho que se enciendan todas las alarmas. Para contener el virus, el Departamento de Agricultura inició la vacunación de 90.000 cabezas de ganado para evitar la expansión del virus por el Alt Empordà. Este viernes, sin embargo, el consejero de Agricultura, Òscar Ordeig, ha hecho un llamado a la vacunación masiva y a realizarla lo más rápido posible y ha anunciado que ampliará la vacunación hasta 130.000 cabezas de ganado, sumando unas 40.000 a las 90.000 del radio de protección establecido de forma inicial tras la detección de un nuevo foco en Cassà de la Selva y otro en Francia. De hecho, el consejero del ejecutivo catalán ha admitido que «es probable» que aparezcan nuevos focos de la enfermedad.
Ordeig ha señalado que actualmente hay 60 equipos de vacunación trabajando en Cataluña y que la solución para combatir el virus a corto plazo «pasa por vacunar lo antes posible, si puede ser antes de una semana o antes de cinco días». El consejero ha querido poner énfasis en el trabajo de la Generalitat, de quien ha asegurado que hará «lo que haga falta» para garantizar la continuidad de las explotaciones, la información y la transparencia con el sector. Además, ha querido transmitir calma a la población catalana recordando que si bien la dermatosis es una enfermedad especialmente contagiosa en el ganado «en ningún caso puede provocar enfermedades en los humanos, ni por el consumo de leche ni de carne».

Un llamado a la calma
El consejero Ordeig ha querido pedir calma y paciencia a los ganaderos catalanes. Este viernes se ha reunido en la Delegación del Gobierno en Lleida con ganaderos y alcaldes de la Noguera, que habían expresado su molestia e inquietud por la incineración de vacas en la localidad de Térmens. Desde el ejecutivo catalán remarcan que esta práctica es «segura» porque se toman «todas las medidas de seguridad» y se complementa con una «desinsectación en todas las entradas y salidas». Los ganaderos de la zona habían mostrado una gran preocupación por la posibilidad de que se produzcan contagios en la Noguera debido al transporte de animales muertos.