Durante el año 2022 en Cataluña se instalaron más placas solares para autoconsumo que en los últimos 20 años juntos. Lo indica el Observatorio de Energías Renovables a su último informe, que analiza la implantación de energías limpias durante el último año. El 2022 entraron en funcionamiento 39.118 nuevas instalaciones fotovoltaicas con una capacidad de 294 MW, un aumento del 328% respeto el 2021. Aun así, el centro asegura que el 2022 la energía que se generó y consumir en Cataluña fue «más sucia, menos autóctona y menos renovable» y que los retrasos en la tramitación de proyectos son un «escollo» por la transición energética.
El centro de estudios ha hecho una doble lectura de la «aumento exponencial» del autoconsumo. Por un lado, ha destacado «el éxito», en parte favorecido por los elevados precios de la energía. Según la delegada de la principal asociación de empresas fotovoltaicas de Cataluña, UNEFCAT, Helena Badger, el encarecimiento ha sido un «factor clave y determinante» que ha empujado muchos particulares y empresas a dar el paso. Por otro lado, pero, el observatorio lamenta «el escaso adelanto» de las grandes instalaciones. «La ciudadanía y las empresas cumplen, la administración no», espeta el estudio.
Según los cálculos del ente, las placas solares fotovoltaicas de autoconsumo instaladas en Cataluña tan solo cubren el equivalente a el 1,7% de la demanda eléctrica del país del año 2022.
La nuclear se mantiene como principal fuente de energía
La demanda eléctrica en Cataluña el 2022 fue de 45,36 TWh, un 0,9% más que el año anterior, pero por debajo de los registros del 2019 (47,09 TWh). La principal fuente de energía fue la nuclear, con un 53,3%, un 2,6% más que el año anterior. Los reactores nucleares aportaron nueve veces más que la energía hidráulica, casi debe más que los parques eólicos y más de 57 veces la energía solar fotovoltaica. A la nuclear la siguieron los ciclos combinados, con un 18% de la demanda eléctrica, favorecidos por el tope del precio del gas; y la cogeneración, con un 8%.
En cuanto a las renovables, la hidráulica fue la más importante, con un 5,95% de la demanda eléctrica. Se trata, pero, de un 21% menos que el año anterior. La eólica cubrió el 5,6% de la demanda, todo y la caída del 9,3% respecto del 2021; y la solar fotovoltaica -sin contar el autoconsumo- cubrió un 0,92%, un 9,3% interanual más.

Cataluña, lejos de los objetivos de la Agenda 2030
A pesar de todo, el Observatorio de las Energías Renovables avisa que las cifras «alejan» Cataluña de lograr los objetivos establecidos a la Agenda 2030. En concreto, el grado de cumplimiento se encuentra alrededor del 17% y «es evidente que si sigamos el ritmo actual, no lleguemos», ha subrayado Badger. A la presentación del informe, lo nos ha apuntado que constata un «preocupante enfriamiento» en el interés de los promotores por los proyectos de energía renovable en Cataluña, tanto por la incertidumbre económica y financiera como por la percepción que la administración catalana es «poco eficiente y resolutiva». Además, ha pedido establecer «urgentemente» un marco regulador específico para las comunidades energéticas.
Retrasos en la tramitación y las ayudas
Uno de los elementos que el observatorio ha puesto sobre la mesa son los retrasos en la tramitación de proyectos, derivados de la «insuficiencia de medios». En este sentido, el presidente de EolicCat, Víctor Cusí, ha pedido «acabar con los cuellos de botella» y ha propuesto incrementar el número de personas destinadas a resolver expedientes, simplificar los procedimientos o implementar mecanismos de apoyo desde la colaboración publicoprivada.
Así mismo, el centro de estudios también ha lamentado los «serios retrasos» en el otorgamiento de subvenciones. Según sus cálculos, entre que se hace la solicitud por una ayuda y se cobra pasa, de media, un plazo de dos años.


