Gaia, el satélite de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha terminado la fase de barrido del cielo y ha completado su misión acumulando hasta más de tres billones de observaciones de unos dos mil millones de estrellas y otros objetos a lo largo de la última década en la Vía Láctea. La misión de Gaia, para estudiar la historia y la estructura de la Vía Láctea, ha sido una revolución en la visión de la galaxia, motivo por el cual se la ha descrito como la misión espacial más ambiciosa de la ESA.
El día 19 de diciembre de 2013 Gaia se lanzó, pero su combustible está a punto de agotarse y, con ello, se apagará la luz de la misión espacial europea más ambiciosa, a pesar de estar cerca de su final Gaia prestará servicio hasta el final, ya que se han programado pruebas tecnológicas para las próximas semanas antes de que Gaia se traslade a su órbita de retirada y está previsto que los datos de la misión espacial se publiquen durante 2026 y a finales de esta década.
Carole Mundell, directora científica de la ESA señala que con la finalización del vuelo de Gaia celebran «esta increíble misión que ha superado todas las expectativas, ya que ha durado casi el doble de su vida útil inicialmente prevista». «El valioso conjunto de datos que ha recogido Gaia nos ha proporcionado conocimientos únicos sobre el origen y la evolución de nuestra galaxia, la Vía Láctea, y también ha transformado la astrofísica y la ciencia del sistema solar en formas que aún no hemos entendido plenamente», ha asegurado la científica.
Gaia, el mejor cartógrafo de la Vía Láctea
La misión espacial de la ESA ha sido todo un éxito. Desde su lanzamiento en 2013 la comunidad científica vio en Gaia una misión totalmente especial. Durante sus años orbitando en el espacio, Gaia ha cartografiado las posiciones, las distancias, los movimientos, los cambios de brillo, la composición y otras numerosas características de las estrellas. Esta observación ha hecho que la misión de Gaia haya permitido crear el mapa más extenso y preciso de la Vía Láctea.

El experto en visualización de datos del Instituto Max Planck de Astronomía, en Alemania, señala la importancia que ha tenido esta misión espacial porque «Gaia ha modificado nuestra percepción de la Vía Láctea; incluso se han revisado ideas básicas, como la rotación de la barra central de nuestra galaxia, la deformación del disco, la estructura detallada de los brazos espirales y el polvo interestelar cerca del Sol».
La última luz de Gaia
Las observaciones científicas de Gaia terminaron el pasado miércoles 15 de enero. A pesar de ello, los científicos de la ESA seguirán poniendo a prueba el satélite con el fin de poder mejorar sus calibraciones y ayudar en el diseño de futuras misiones espaciales. El último día de vida de Gaia será el 27 de marzo de 2025, cuando se apagará de forma definitiva para evitar que pueda interferir con otros satélites.

