La NASA lanzó este sábado una sonda que tiene por objetivo estudiar Psyche, un asteroide metálico que hace tiempo que intriga los investigadores y que, al parecer, está hecho mayoritariamente de hierro y níquel. La nave, denominada Psyche como su objetivo, salió de Cabo Cañaveral, en Florida (Estados Unidos) y durante los próximos seis años recorrerá un 3.500 millones de kilómetros hasta su objetivo, que es entre la órbita de Marte y la de Júpiter.
Un asteroide muy especial
De los aproximadamente un millón y medio de asteroides que hay al Sistema Solar, solo se conocen nuevo que sean relativamente parecidos a Psyche y este, con unos 280 kilómetros de anchura máxima, es lo más gordo de todos. Aun así, continúa siendo tanto un misterio como todos los otros, y es por eso que esta misión es tan importante.

El misterio de su formación
Cuando llegue a Psyche, el agosto de 2029, la sonda lo orbitará a varias distancias para cartografiarlo y analizar la estructura interna y la composición además, está claro, de hacerle fotos. Según esperan los científicos, el impacto de micrometeoroides a altísima velocidad en el espacio habrán hecho que sea ‘puntiagudo’ o, incluso, que esté cubierto de un tipo de arena hecha de metal. Además, también se podrá saber de que más está hecho además de hierro y níquel y averiguar más cosas sobre como se formó.
A día de hoy hay dos teorías principales sobre este asunto. La primera es que fuera lo núcleo pareciendo al de la Tierra pero que, en vez de formar un planeta, sus capas exteriores hubieran sido arrancadas por impactos de asteroides a los inicios del Sistema Solar. Otra es que Psyche podría ser un tipo de ‘cuerpo primordial’, formado de los primeros materiales del Sistema Solar que se unieron por la gravedad y que se han mantenido juntos durante todo este tiempo.
Un primer paso para la minería espacial
Gracias a los instrumentos de la sonda, probablemente se podrá saber qué de las dos teorías es cierta, puesto que si Psyche es el núcleo expuesto de un planeta podría tener restos del campo magnético. Además, los meteoritos metálicos son muy interesantes porque podrían ser una fuente de recursos de un valor incalculable, si bien las prospecciones mineras en el espacio todavía son tecnológicamente muy complicadas y tendrían un coste que pondría en riesgo la viabilidad.