La empresa norteamericana Blue Origin, propiedad del fundador de Amazon, Jeff Bezos, ha recibido el encargo de la NASA de diseñar y desarrollar un vehículo de alunizaje que pueda participar en una de las misiones Artemis de la agencia espacial norteamericana. Según ha explicado la misma NASA a través de un comunicado, la idea es que pueda participar en un lanzamiento tripulado en 2029 y, todavía antes, una misión no-tripulada que sirva de demostración de las capacidades y la seguridad del módulo.
Blue Origin de suma a SpaceX
Así pues, Blue Origin se suma a SpaceX, y las empresas desarrollando módulos de alunizaje para el nuevo cohete SLS de la NASA ya son dos. En este caso, el contrato de la empresa de Jeff Bezos es de 3.400 millones de dólares y tiene como hito principal en desarrollo de la nave que llevará humanos a la Luna en la misión Artemis V. En cuanto a SpaceX, el primero quiere de prueba de su nave Starship tuvo lugar el pasado mas de abril, fue muy corto y acabó en explosión.
El plan, cuando menos de momento, es que en aquella misión cuatro astronautas vuelen hasta la estación espacial Gateway, que a día de hoy todavía no existe, usando el cohete SLS y la nave Orion y que, desde allá, dos de estos tripulantes salgan hacia la Luna a bordo del módulo de alunizaje de Blue Origin y hagan un viaje de una semana a Pol Sur lunar.
Un incentivo a la competencia y a la economía lunar
Según la NASA, contratar empresas privadas externas para que desarrollen módulos de alunizaje para el programa Artemis tiene ventajas como «aumentar la competencia, reducir costes a los contribuyentes, apoyar a una cadencia regular de alunizajes, más inversiones en la economía lunar» y, está claro, dar un golpe de mano a la agencia en la hora de cumplir sus objetivos no solo en cuanto a la Luna sino, también, en relación a los planes futuros para misiones tripuladas en Marte.
