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Hay una estrella nueva junto al agujero negro del centro de la Vía Láctea

Un equipo internacional de astrofísicos ha descubierto una estrella nueva junto a Sagitario A*, el agujero negro supermasivo del centro de la Vía Láctea. Descrita en un artículo a ‘The Astrophysical Journal’, los científicos afirman que en teoría no tendría que poder existir pero, aun así, tienen una posible explicación en la formación de esta estrella tan joven que solo tiene unas cuántas decenas de miles de años, menos que nuestra especie.

Una zona donde no tendrían que poder nacer estrellas

La zona próxima a Sagitario A* se considera una región con grandes procesos dinámicos y una radiación de rayos X y ultravioleta elevadísima. Estas condiciones no son propicias para la formación de nuevas estrellas y, durante mucho de tiempo, se pensaba que solo las estrellas ya formadas podían existir.

Un agujero negro supermassiu | ESO
Un agujero negro supermasivo | ESO

Es por eso que, cuando hace veinte años se empezaron a encontrar estrellas muy jóvenes muy cerca del agujero negro, fue una gran sorpresa, denominada «la paradoja de la juventud» porque no se sabía cómo podían haberse formado. De hecho, todavía no está claro, pero esta nueva estrella, X3a, podría dar muchas pistas para resolver el enigma.

Una posible explicación

Un astro como este, de diez veces el volumen y quince veces la masa del Sol, necesita condiciones muy especiales para poderse formar junto a un agujero negro de una magnitud tan enorme como lo del centro de la Vía Láctea. Al parecer, a pocos años-luz del agujero negro hay una región que las cumple: un anillo de gas y pulso que es suficiente frío y está bastante protegido de la radiación como para permitirlo.

El Telescopio del Horizonte de Acontecimientos ha conseguido la primera imagen del agujero negro de nuestra galaxia | EHT
La primera imagen del agujero negro de nuestra galaxia | EHT

A temperaturas bajas y con densidades altas, se crea un entorno donde se pueden formar nubes con la masa de centenares de solo y que se pueden mover rápidamente en dirección al agujero negro. Los astrofísicos creen que, protegido de la influencia gravitacional y la radiación de Sagitari A*, una nube de gas y pulso bastante denso se podría haber formado y haber colapsado bajo su propia gravedad formando una o dos protoestrelles a medida que caían en dirección al agujero negro.

Una estrella que nos permite aprender más del universo

Todo ello coincide con el momento de desarrollo estelar de X3a, que está madurando. Así pues, el anillo de gas y polvo del alrededor del agujero negro podría estar generando nuevas estrellas enormes y que evolucionan muy rápidamente. De hecho, X3a todavía tiene gas y polvo orbitándola y ‘engordándola’ cada vez más. Su descubrimiento, pues, nos podría haber ayudado a comprender algo más como funciona el universo y uno de sus grandes misterios, los agujeros negros supermasivo que podemos encontrar en el centro de las galaxias.

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