Un equipo de investigadores de la NASA, usando el satélite TESS y datos del Telescopio Espacial Spitzer, han encontrado un nuevo exoplaneta con una superficie llena de volcanes y que podría, incluso, tener agua líquida. Según explican, además, también están seguros que tiene atmósfera, si bien esto tendrá que ser confirmado con observaciones del Telescopio Espacial James Webb que ya han sido programadas.
Sacando conclusiones de los datos disponibles
A pesar de que hemos descubierto muchísimos exoplanetas, de la mayoría sabemos muy poca cosa: la estrella que orbitan, sus planetas vecinos si hay, el volumen y la masa aproximada… Con todo esto, pero, se pueden extraer varias conclusiones, como es el caso de este mundo, que orbita una estrella pequeña a unos 90 años-luz de nosotros. Tiene un radio parecido al de la Tierra, cosa que indica que debe de ser rocoso, y por el que sabemos de su astro podría contener agua líquida. Además, y teniendo en cuenta la fuerza que ejerce en los planetas vecinos, es muy probable que tenga una geología muy activa, con terremotos e incluso volcanes activos.
Un sistema con tres planetas
La estrella que da nombre a este sistema, LP 791-18, tiene dos planetas que lo orbitan y, por su medida, es una de las más pequeñas que se sabe que tiene. El más próximo a ella, LP 791-18b, es un 20% más grande que la Tierra y lo orbita en menos de un día, cosa que hace pensar que tiene temperaturas muy altas. El otro, en cambio, LP 791-18c, es más pequeño que Neptuno pero más del doble de gordo que nuestro planeta. Además, también se han encontrado indicios de la existencia de todavía otro planeta que finalmente ha sido confirmada.
Gracias a los datos recogidos y a la relación entre los cuerpos de este sistema, se han podido calcular las masas aproximadas de los planetas y también, conociendo el radio, sus densidades y por tanto de que deben de estar hechos. En el caso del más exterior, LP 791-18c, o bien tiene una atmósfera de hidrógeno y helio o bien la mitad del planeta está formada de material helado. En el caso del último planeta descubierto, pero, LP 791-18d, tiene un radio prácticamente igual que el de la Tierra y una demasiada ligeramente inferior, cosa que indica que, como nuestro planeta, es mayoritariamente rocoso.
Mucha actividad volcánica y, quizás, atmósfera y agua
Las diferencias, pero, se acaban mayoritariamente aquí. Como que es muy próximo a su estrella, su temperatura mediana debe de ser como mínimo el doble que la de la Tierra, a pesar de que esto también depende de los gases de efecto invernadero que tenga a la atmósfera. Sin embargo, está en rotación síncrona, de forma que en medio planeta siempre toca la luz del astro y al otro medio siempre es por la noche. Esto, según cómo se distribuya el calor en la atmósfera, podría hacer que hubiera lluvias y agua líquida a la parte oscura.
Por otro lado, la presencia de otro planeta mucho más grande cerca suyo hace que su órbita no sea circular sino elíptica, con grandes fuerzas ejercidas sobre el planeta que crean fricciones y aumentan la temperatura. Un resultado posible de esto es la actividad volcánica, y los científicos creen que, en este mundo, hay mucha. De hecho, solo por este calentamiento, tendría que haber el doble que en nuestro planeta. Estas erupciones, pero, podrían tener un efecto ‘positivo’: restaurar continuamente los gases de la atmósfera y, por lo tanto, impedir que la proximidad de la estrella lo elimine completamente.
