El lobo vuelve a estar de moda en Europa, o al menos su población sigue aumentando año tras año. Un nuevo estudio publicado en el portal PLOS Sustainability and Transformation señala que las políticas de conservación que se han impulsado en toda Europa para recuperar la población de lobos (Canis Lupus) ha hecho que en la última década su población en el Viejo Continente haya aumentado un 60%, dato que contrasta con el de otros carnívoros que no tienen la misma suerte.
Los investigadores han analizado las poblaciones de lobos de 34 países europeos y han descubierto que en el continente viven unos 21.500 lobos, una cifra que supone un aumento del 58% respecto a la década de 2010 cuando se registraron 12.000 ejemplares de lobo. El equipo de investigación, además, explica que en 31 de los 34 países analizados la población estaba aumentando y solo en tres países había un descenso poblacional del lobo.
El impacto del lobo
El lobo, desde hace miles de años, se le ha considerado un animal que trae infortunio, que es malvado, sobre todo por sus ataques al ganado. En este aspecto los investigadores han analizado la conflictividad que presenta el lobo y señalan que al año solo matan cerca de 56.000 animales domésticos de una población total de 279 millones de cabezas de ganado. Los investigadores explican que el riesgo de que el ganado muera a manos de un lobo es del 0,02%, aunque puede variar en cada país. Además, han cuantificado que las pérdidas derivadas de las compensaciones a los ganaderos han costado 17 millones de euros cada año. A pesar de ello, el lobo también es un aliado de los humanos y tiene un impacto positivo. La reducción de accidentes de tráfico y de daños a las plantaciones forestales y ejerce control natural de las poblaciones de ciervos y corzos salvajes.

Células permanentes: poblaciones establecidas y en reproducción, incluyendo también células con presencia continuada en ausencia de reproducción documentada. Células esporádicas: solo presencia ocasional de dispersores o individuos solitarios. Células no definidas: presencia confirmada pero sin distinción entre presencia permanente o esporádica | PLOS
Los investigadores explican que la gran población de lobo en Europa y cómo cambian rápidamente los paisajes en todo el continente demuestran que los lobos tienen una gran capacidad de adaptación y piden que las políticas de la Unión Europea puedan adaptarse a su presencia y garanticen que los humanos y los lobos coexistan a largo plazo.

