La Fundación CRAM para la Conservación y Recuperación de Animales Marinos ha liberado este domingo cinco ejemplares de tortuga marina rescatadas y recuperadas en sus instalaciones, a instancias de la Generalitat de Catalunya y con la colaboración del Ayuntamiento del Prat de Llobregat y del AMB. Se trata del reconocido acto «Torna a casa», que organiza periódicamente esta entidad privada sin ánimo de lucro que se dedica a la conservación y recuperación del medio marino y las especies amenazadas.
El acto ha comenzado a las 10 horas en la misma playa con diferentes actividades para toda la familia, y los asistentes han podido descubrir las acciones de conservación que se realizan desde la Fundación CRAM a través de dos carpas expositivas y han vivido de primera mano un simulacro de rescate de una tortuga marina por especialistas de la fundación. Más tarde, hacia las 12:30 horas, ha comenzado la liberación de los cinco ejemplares de tortuga marina, de la especie Caretta caretta. Las protagonistas del día han sido Ortiz, Fotja, Pepe, Adrià y Carolina, y han sido liberadas por voluntarios y voluntarias de la fundación sin ánimo de lucro.
La entidad ha informado que desde principio de año se han atendido 57 tortugas marinas, catorce aves marinas, cuatro mantas y un cetáceo. Desde 1996, la fundación CRAM, que se encarga del servicio de asistencia a fauna marina protegida en Cataluña, ha atendido más de 2.000 ejemplares: 1.300 tortugas marinas, más de 650 cetáceos vivos varados en la playa y 240 aves marinas.

Paneque destaca que con acciones como esta los jóvenes «toman conciencia»
La consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica y portavoz del Gobierno, Sílvia Paneque, ha valorado que con acciones como la liberación de tortugas marinas, los jóvenes «toman conciencia de la necesidad de preservar» el entorno. Lo ha dicho después de participar en la liberación. Paneque ha destacado la importancia de este tipo de actos para la ciudadanía y ha valorado la función del CRAM para la conservación de la biodiversidad y la fauna protegida: «El trabajo del CRAM es riguroso y recibe el apoyo de muchas personas voluntarias». «Esto es la seducción ambiental», ha sentenciado.
