El pasado 17 de febrero un lobo atacó un rebaño de ovejas -y mató a cuatro- cerca de Castell de Mur, en Pallars Jussà. La confirmación oficial del ataque llegó una semana después de que la Generalitat realizara una necropsia a los animales muertos -y se están esperando los resultados de un segundo análisis para saber si el animal está identificado- y ahora los Agentes Rurales han instalado media docena de cámaras de trampeo fotográfico en la zona para intentar captar la presencia del lobo.
El coordinador del seguimiento del oso y el lobo del Cuerpo de Agentes Rurales del departamento de Interior y Seguridad Pública, Gabriel Lampreave, señala -en declaraciones recogidas por la ACN- que la instalación de estas cámaras, junto con prospecciones sobre el terreno, podrá facilitar encontrar evidencias de la presencia del lobo al sur de Pallars Jussà. Lampreave, sin embargo, explica que la hipótesis más probable es que sea un animal disperso que se encontraba de paso en esta zona de Cataluña y que, probablemente, ya habrá marchado.

Preocupados por un posible regreso del lobo
El sector ganadero está con el corazón en un puño desde el ataque del pasado febrero. De hecho, uno de los pastores ha pasado por la zona donde los Agentes Rurales estaban instalando las cámaras y ha señalado que si se confirma la presencia del lobo al sur de Pallars Jussà “se les complicará la vida”. La inquietud entre los ganaderos del Pallars es tan grande que, a petición del alcalde de Sant Esteve de la Sarga, Jordi Navarra, varios responsables de los departamentos de Agricultura y Territorio se han reunido con los ganaderos de la zona. Por su parte, el director de los Servicios Territoriales del Departamento de Agricultura en el Pirineo, Enric Vadell, ha señalado que se facilitarán a los ganaderos las medidas necesarias para que «los animales estén seguros y los pastores tranquilos».

