Nuevo golpe contra la lucha contra el cambio climático. Según un estudio elaborado por un equipo liderado por Yann Robiou lleva Pont, físico de la Universidad de Utrecht, los objetivos de emisiones de las empresas no son indicadores significativos para evaluar la ambición de sus planes de descarbonización y su alineación con el Acuerdo de París. Para llegar a cumplir los Acuerdos de París, el sector empresarial se tiene que descarbonizar a escala mundial. Un hecho que muchas corporaciones pregonan y señalan que los objetivos que tienen y sus actividades de descarbonización están «alineados con París».
Los grupos encargados de validar los objetivos de reducción de emisiones no utilizan métodos científicos, sino que suelen emplear fórmulas básicas y así sugerir que las empresas adopten objetivos de reducción de emisiones iguales a los de descarbonización. Esto se explica en un artículo publicado en la revista Science.

Qué pasa?
Una vez que se asigna el espacio de emisiones exclusivamente entre las empresas existentes esto hace que la rendición de cuentas distorsione la competencia y pueda causar la protección de aquellas empresas que están muy establecidas y son altamente contaminantes de posibles pérdidas de participación de mercado ante competidores que sean emergentes o en expansión al penalizar la innovación y el crecimiento de empresas más eficientes que podrían tener emisiones crecientes en un mercado descarbonizante.
De hecho, los investigadores discuten sobre estos hechos y como la adopción generalizada de los objetivos corporativos voluntarios de emisiones limpias cero de las empresas que no puede garantizar una rápida descarbonización global y no tendría que causar la sustitución de las regulaciones necesarias. Los autores de este estudio dibujan varias recomendaciones y así poder regular el mercado y que se desarrollen indicadores útiles que puedan para poder mesurar el cumplimiento y el éxito. Señalan que «los gobiernos u organizaciones intergubernamentales tendrían que proporcionar los marcos legales y reguladores para que las empresas compitan económicamente y al mismo tiempo contribuyan a la innovación sostenible y la reducción de emisiones».