La industria aeronáutica es uno de los grandes motores de la economía moderna. Uno de los países que busca situarse a la cabeza de este es Alemania, que ha presentado un avión que busca revolucionar la industria a través de su tecnología y sostenibilidad. La industria alemana ha presentado HAP-alpha, un avión de 27 metros de envergadura y que ‘solo’ pesa 138 kilos, unas características que lo hacen similar a cualquier avión comercial, pero que disfruta de una ligereza hasta ahora nunca vista y que se acerca mucho a los límites de la industria.
En un comunicado oficial del Centro Aeroespacial Alemán (DLR) han detallado que este avión no solo supondrá una revolución en el ámbito tecnológico, sino que busca ocupar un espacio que actualmente está vacío dentro de la industria, ya que quiere ser el avión que opere entre los satélites y las otras naves que vuelan a menor altura, siendo capaz de estar semanas en vuelo y obteniendo datos clave para el desarrollo de aplicaciones civiles y de seguridad.
Esta aeronave no tripulada ya ha pasado las primeras pruebas para comprobar su configuración y la resistencia a las exigencias que puede encontrar durante el vuelo en el Centro Nacional de Pruebas para Sistemas de Aeronaves No Tripuladas con sede en la localidad de Cochstedt, en el estado federal de Sajonia-Anhalt.
Estas primeras pruebas permitieron a los investigadores poder verificar la respuesta del avión, recopilar los datos sobre su comportamiento y comprobar que los sistemas eléctricos, los sistemas de control y las comunicaciones funcionaban de manera correcta.
Un avión autosuficiente
El rendimiento de la aeronave no ha sido el único paso de gigante, sino que su estructura está diseñada para consumir la menor cantidad de energía posible. Por eso, en sus gigantescas alas los ingenieros han instalado paneles solares que producen la electricidad suficiente para que el avión pueda operar durante horas sin problemas.
La capacidad de despliegue de este avión revolucionario hace que varios activos importantes del sector pongan sus ojos en las pruebas. La tecnología de captación de energía solar combinada con la capacidad de la aeronave de permanecer inmóvil durante mucho tiempo la convierte en una alternativa más flexible, barata y sostenible que los satélites o aviones tradicionales.
