La industria aeronáutica sigue avanzando. La NASA ha celebrado que su avión más revolucionario, el silencioso avión de investigación supersónico X-59, ha pasado la primera prueba de vuelo. El pasado 28 de octubre este avión despegó y superó correctamente todos los controles y límites marcados por la Agencia Espacial Norteamericana. El administrador interino de la NASA, Sean Duffy, ha celebrado este éxito aeronáutico y ha asegurado que “el X-59 es el primero de su tipo y un gran avance en el impulso de los Estados Unidos hacia viajes aéreos comerciales más silenciosos y rápidos que nunca. Gracias a la innovación y el trabajo duro del equipo del X-59, estamos revolucionando los viajes aéreos. Esta máquina es un excelente ejemplo del ingenio y la dedicación que los Estados Unidos produce”.
El X-59 ha estado en desarrollo durante años y por fin este 2025 ha sido cuando ha salido ‘a jugar’ y demostrar su potencial. Este primer vuelo operó por debajo de la velocidad del sonido, a 370 km/h, y lo hizo a 3650 metros de altitud. Durante el vuelo, los técnicos de la NASA realizaron comprobaciones de los sistemas del avión y cómo rendía en este primer vuelo. El recorrido del X-59 comenzó en la Base de la Fuerza Aérea Edwards y finalizó en el Centro de Investigación de Vuelo Armstrong de la NASA, donde se ubicará este avión revolucionario para continuar con las operaciones de vuelo.
Bob Pearce, administrador asociado de la NASA para la Dirección de Misiones de Investigación Aeronáutica, se enorgullece de la hazaña conseguida y destaca que “el X-59 es el primer avión X tripulado de gran envergadura que la NASA ha construido y volado en más de 20 años: una aeronave única, diseñada específicamente para este fin”. “Esta aeronave representa una validación del propósito de NASA Aeronautics: imaginar el futuro de la aviación y ofrecerlo de maneras que beneficien a la aviación estadounidense y al público”, añade Pearce.
El futuro del X-59
Desde el Centro de Investigación de Vuelo Armstrong de la NASA se está preparando este avión para realizar nuevas pruebas, más completas y complejas para evaluar el comportamiento en pleno vuelo y cómo responden sus componentes. Más adelante, los técnicos de la NASA prevén que este avión revolucionario alcance una velocidad increíble de unos 1480 km/h (Mach 1,4) a 16.780 metros de altitud.
La NASA trabaja para recoger datos sobre la respuesta de esta nave -que realizará vuelos de prueba por todo el territorio americano y recopilará datos de mediciones terrestres y encuestas a los residentes- para comprobar su correcto funcionamiento, velocidad y el silencio que puede ejercer para poder iniciar el desarrollo de más aviones de la clase X.
